¿Qué tienen en común el huracan Irma, Jose y Katia?
Su propio proceso de formación explica este hecho. Un huracán nace cuando agua de mar caliente se evapora y asciende hacia zonas altas de la atmósfera desde una superficie en las áreas tropicales.
El vapor de agua se condensa y da origen a nubes y lluvias, proceso en el cual se libera una gran cantidad de calor.
Mientras el fenómeno permanece sobre el agua caliente, se fortalece y crece. Tras varias horas o días, la tormenta se va intensificando hasta convertirse en huracán cuando los vientos de su entorno se organizar y empiezan a rotar a velocidades superiores a los 120 kilómetros por hora.
Cuando los huracanes se desplazan a tierra, en cambio, no existe suficiente evaporación para mantenerlos.
"Una vez que se mueven sobre agua fría o sobre la tierra y pierden el contacto con el agua caliente que los potencia, estas tormentas se debilitan y desaparecen", indica la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
Cambio climático
Debido a que la temperatura del agua que contribuye a su formación debe ser de al menos 27ºC, diversos investigadores relacionan la intensidad creciente de los huracanes años con los efectos del cambio climático.
Ya un estudio publicado por la revista Science en 2006, vinculaba el incremento de temperatura de los océanos con el incremento de huracanes de categoría 4 y 5.
"Las aguas del golfo de México están alrededor de 1,5ºC grados más calientes que entre 1980 y 2010", dijo Brian Hoskins, del Instituto Grantham para el Cambio Climático, al programa Today de BBC Radio 4.
El agua caliente es, por lo tanto, consideradael combustible de las tormentas tropicales.
"Eso es muy significativo porque se traduce en que la posibilidad de una tormenta más fuerte está ahí y la contribución del calentamiento global a las aguas más cálidas del Golfo es casi inevitable", dijo.