ESTILO DE VIDA Y CONSUMO
Nos comprometemos a adoptar y facilitar el uso prudente y eficiente de los recursos y a promover la producción y el consumo sostenibles. Los modelos actuales de producción y consumo hacen un uso insostenible del material y de la energía y causan el agotamiento de los recursos renovables y no renovables de la Tierra. El desarrollo futuro se centrará en los modos de suministrar bienes y servicios utilizando menos recursos y previniendo la producción de residuos. Para alcanzar estas metas, sin embargo, hace falta un compromiso de los sectores industrial y comercial, así como de los consumidores. Las administraciones públicas deben así estimular la demanda de productos ecológicos en el mercado y promover el consumo y la producción responsables. Por lo tanto, trabajaremos en toda nuestra comunidad para:
1. Evitar y reducir residuos, y aumentar la reutilización y el reciclaje.
Nuestro tradicional modelo de crecimiento económico se construye sobre una economía más bien linear en la cual la sociedad principalmente extrae, produce consume y se desecha recursos. No obstante, nuestro planeta es un recurso limitado y, como modelo, es insostenible. Junto a un rápido agotamiento de los recursos naturales, la actividad humana ocasiona una continua generación de residuos, que se acumulan en el medio ambiente y ocasionan muchas formas de contaminación. Por eso, los riesgos medioambientales nos preocupan. Además, los residuos comportan costes de deposición muy elevados. Sin embargo, el sistema también muestra un ineficiente uso de los recursos. Así, como consta en el Sexto Plan de Acción Medioambiental, el método de la Unión Europea para la gestión de residuos prioriza la prevención y la reducción, seguidos de unos crecientes reciclaje y reutilización. Sin embargo, actualmente los conductores de la economía están en la dirección de un mayor consumo y más barato, es decir, en la dirección de los productos basura. Naturalmente, no es fácil romper este círculo vicioso. Ciertamente, las autoridades locales no pueden controlar qué productos se ponen en el mercado y así la prevención de residuos en el ámbito local es más bien difícil.
2. Gestionar y tratar residuos de acuerdo con los criterios de buenas prácticas.
El tratamiento y la eliminación de residuos ocasionan muchos problemas medioambientales, especialmente la contaminación del aire, del agua y del suelo. No hay duda que para resolver el problema de la generación de residuos en origen implica hacer más ecológico el ciclo de vida de la mayoría de productos que se encuentran en el mercado. Naturalmente, esto supone un complejo y lento proceso de reestructuración económica. No obstante, la cantidad creciente de residuos generados en Europa requiere ser gestionada y tratada. Hay residuos que no pueden reutilizarse o reciclarse y deben ser depositados en condiciones de seguridad. En el Sexto Plan de Acción Medioambiental, la Unión Europea ha establecido como opción prioritaria la incineración y considera los vertederos como el último recurso
3. Evitar el consumo de energía innecesario y mejorar la eficiencia en el uso final de la energía.
El reto actual en lo referente a la energía es detener el agotamiento de las fuentes de energía no renovables y prevenir el cambio climático, así como asegurar el crecimiento económico y social. Sin embargo, la eficiencia energética se convierte en un factor crucial, junto al freno del crecimiento de la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles no renovables y a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono mediante un aumento en la utilización de fuentes de energía renovables. Ello es debido al hecho de que la demanda de energía está continuamente en alza. Siendo el planeta un recurso limitado, las presiones crecientes de una población que también crece y del desarrollo económico, hacen de la energía un recurso muy preciado, que no debe ser desechado ni innecesariamente consumido. Infelizmente, la sociedad consumista y su sistema de producción subyacente utilizan la energía de modo ineficiente. Por ello, es importante promover tecnologías energéticamente eficientes en el mercado y aumentar la conciencia de los consumidores sobre los impactos ocasionados por un consumo energético innecesario
4. Comprometerse a hacer adquisiciones sostenibles.
Si bien los actuales sistemas de producción y consumo nos garantizan altos niveles de vida, tienen un significativo impacto en el medio ambiente. De hecho, agotan rápidamente los recursos naturales, consumen grandes cantidades de energía y generan excesivos residuos. Los impactos no sólo atañen a la contaminación ambiental, al cambio climático y al agotamiento de recursos naturales, sino que también son un riesgo para la salud humana y llevan a un nivel de vida inferior. Sin embargo, las empresas sólo mejoraran sus resultados medioambientales si estos redundan en su interés comercial. De este modo, los consumidores pueden marcar la diferencia por medio de sus compras de productos ecológicos. El reto radica en saber utilizar las fuerzas del mercado y crear “demanda verde”. Un importante efecto inicial puede ser que las autoridades públicas se comprometan como consumidores a hacer adquisiciones públicas sostenibles.
5. Promover activamente la producción y el consumo sostenibles, particularmente de productos eco etiquetados, orgánicos, éticos y del comercio justo.
Los bienes y servicios radican en el corazón de nuestro sistema de producción y consumo y producen riqueza y calidad de vida. Sin embargo, cuando un producto es comprado actualmente, las decisiones de compra por regla general no tienen en cuenta los factores medioambientales y sociales, tales como que de qué materia están hechos, de dónde vienen y quién los hizo. En nuestra sociedad consumista, la gente a menudo ni siquiera se plantea si la compra era necesaria hacerla o no. Una nueva cultura y un nuevo paradigma de desarrollo, basado en los principios de sostenibilidad, son necesarios.
FUENTE:
http://www.redmur21.com/upload/documento/compromiso_04.pdf
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